viernes, 12 de octubre de 2007

Los Educadores en el Proceso Sociopolítico Venezolano


«Enseñen los niños a ser preguntones, para que, pidiendo el por qué de lo que se les mande hacer; se acostumbren a obedecer a la razón, no a la autoridad como los limitados, no a la costumbre como los estúpidos»
Simón Rodríguez.
Los Educadores y su Participación en el Proceso Sociopolítico Venezolano

Son muchas las formas que emplea la sociedad para definir a un educador, desde las palabras más excelsas a las más denigrantes. Son muchos los sentimientos que despiertan en las distintas generaciones de venezolanos. Sin embargo, hay un rol, a mi juicio el más significativo que le otorga la Ley Orgánica de Educación y es más ampliamente definido en el Normativo de Educación Básica: promotor de Cambios, que hermosa frase, que gran responsabilidad implícita en estas palabras y que acertada en estos momentos, en que el país vive momentos tan difíciles para la democracia venezolana. Pareciera que la pasividad priva en algunos ciudadanos, creando la imagen virtual de un país en el que no sucede nada.
Es de rescatar, el hecho, de que toda esta situación conflictiva política y social está generando reacciones, que me permite vislumbrar un cambio significativo en la manera conducente de este proceso por parte del colectivo. Los docentes, como parte de ese colectivo, no pueden evadir esta situación y su participación en este proceso tan sui generis que vivimos los venezolanos. Las aulas deben convertirse en trincheras de lucha, para fortalecer el sentimiento democrático de los niños y niñas, trascender a las comunidades, como en tiempos pasados, liderando movimientos intelectuales que viabilicen las transformaciones sociales de este gran país. Somos un frente de robustez, tenacidad y firmeza que difícilmente pueda ser socavado. Recordemos todos, que nuestra Constitución Bolivariana, nos garantiza a todos los venezolanos y venezolanas, la libertad de pensamiento, el cual podemos manifestar por escrito o verbalmente.
La Constitución no establece diferencias entre maestros y no maestros, somos ciudadanos, y como tales, gozamos plenamente de derechos tanto civiles como políticos, la anulación de estos derechos son una incoherencia entre lo que estos significan y valen para la sociedad.
Parafraseando al maestro Luis Beltrán prieto Figueroa: El maestro ha de ser en todo momento digno, campeón de la libertad y la justicia, ha de decir a todos su verdad y defender con su palabra y con su brazo esa justicia cuando desde cualquier parte se le quiera postergar o atacar. Cuando la arbitrariedad vaya en contra de los derechos ciudadanos el maestro debe mostrar el camino de la dignidad, con su ejemplo, a sus alumnos y a su comunidad.
Es por todo esto, y ante toda la proyección que el gobierno nacional está dando desde hace algún tiempo, a la educación, primero con la misión Robinson seguida esta de todas las misiones: Robinson II, Rivas, Alma Mater; urge que concienciemos el rol significativo que jugamos para la sociedad. Somos los educadores los que en nuestras aulas consolidamos los procesos políticos de una nación. ¿Ingenuidad? ¿Sumisión? La actitud del maestro debe estar por encima de todo esto, nuestro norte es una pedagogía liberadora como promulgó el ilustre y recordado pedagogo brasileño Paulo Freire. Una pedagogía para la libertad de pensamiento, para la diversidad del criterio y para la búsqueda del consenso.

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